Esta morena pechugona tiene tanta alegría en la cara, como si no hubiéramos tenido sexo en mucho tiempo. La velada festiva no fue en vano, la pareja intercambió caricias, la chica trató de demostrar lo profundo que podía tomar su garganta. Y el chico a cambio follaba en el coño.
¡Suerte que los chicos pararon el ascensor para aprovecharse de las putas! Por supuesto, podría haber tirado un segundo palo, pero me dio pena la gente que esperaba el ascensor.